El Instituto de la Bienaventurada Virgen María fue fundado por una inglesa, Mary Ward, en 1609. Su sueño era fundar un nuevo tipo de comunidad de religiosas, una congregación independiente y autónoma que siguiera el modelo de la Compañía de Jesús, libre de los confines del claustro y que respondiera a las necesidades urgentes de su tiempo.
Teresa Ball
El Instituto se expandió más allá de las fronteras geográficas gracias a la increíble visión de la irlandesa Teresa Ball que llevó el Instituto a Irlanda. A través de Teresa, el Instituto hizo nuevas fundaciones en India, Mauricio, Canadá y muchos otros países.